Los que seguís mis recetas sabréis que me encanta cocinar con jengibre y que lo añado a muchos platos salados de pollo, o cerdo que tengan un toque exótico. El jengibre tiene un sabor particular, pero altamente adictivo , y es que parece muy fuerte cuando lo comemos, pero al instante invita a seguir probando.
Sin embargo para helados, bizcochos y galletas echo de menos el jengibre confitado , más difícil de encontrar que en fresco y bastante caro, así que hoy os invito a que empiece a añadir jengibre preparado de esta manera a sus postres, y verás que fácil es tener una buena cantidad de esta conserva simplemente a partir de una pequeña cantidad de esta raíz en fresco.
Ingredientes para 250 g de jengibre fresco
- 250 g de raíz de jengibre fresca, 400 g de azúcar, 500 g de agua, 1 pizca de sal, 80 g de azúcar para rebozar
Cómo hacer jengibre confitado
Para elaborar esta receta sería perfecto que contáramos con un termómetro de cocina y así poder ajustar las temperaturas del almíbar, sino también es posible realizarla aunque será menos necesario el punto de cocción .
Comenzaremos pelando con una mandolina la raíz del jengibre , seguidamente lo cortamos en láminas muy finas o pequeños dados. Ponemos una olla al fuego con abundante agua, suficiente para que cubra el jengibre y llevamos a ebullición.
Cuando hierva mantenemos la cocción durante 10 minutos a fuego medio , cuando pase el tiempo escurrimos en un colador el jengibre y repetimos esta misma operación de nuevo.
En otra olla, mezclamos los 500 gramos de agua de la receta con los 400 gramos de azúcar, añadimos la pizca de sal, y el jengibre escurrido y cocinamos hasta que la temperatura llegue a 106 grados centígrados o durante media hora a fuego medio.
Una vez pasado el tiempo, escurrimos el jengibre confitado justo cuando termina la cocción en un plato donde tengamos azúcar blanco, sacudimos el exceso de azúcar, para luego dejar secar los dados de jengibre sobre una bandeja con papel de horno durante ocho horas o bien sobre una rejilla.
Tiempo de elaboración | 40 minutos + reposo
Dificultad | Fácil
Degustación
Cuando tenga hecho el jengibre confitado muchos serán las ideas donde podrá emplearlo en sus postres. Pruebe como caramelos acompañando un trocito de chocolate negro o añadirlo a bizcochos, galletas o helados. Este jengibre se conserva durante cuatro meses bien guardado en un bote hermético a temperatura ambiente. Ah! Y el almíbar sobrante, no lo deje caer, le servirá para endulzar y aromatizar infusiones.
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