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Almendrados de Navidad: mi receta familiar de uno de nuestros dulces más tradicionales

28 noviembre, 2018

Precalentar el horno a 170ºC y preparar un par de bandejas con papel sulfurizado o láminas de silicona antiadherente. Sacar las obleas y dejarlas ya listas para ir formando los almendrados directamente cuando tengamos la masa.

Colocar en un cuenco el azúcar con la ralladura de limón, la canela y la pizca de sal. Frotar con las manos o con un cucharón para que el azúcar coja los aromas y la esencia del cítrico. Incorporar la almendra molida y mezclar con unas varillas para deshacer los grumos.

Batir aparte los huevos y combinarlos con los ingredientes secos, hasta formar una masa maleable, húmeda pero no excesivamente pegajosa. Tomar porciones con una cucharilla o las manos húmedas, y formar bolitas homogéneas.

Colocarlas encima de cada oblea, dejando un poco de espacio en los bordes, ya que se expandirán. Se les puede dar forma más redondeada, o más puntiaguda, aunque eso es más típico de los cordiales.

Hornear durante unos 22-25 minutos, hasta que empiecen a estar dorados o ligeramente tostados por fuera. Esperar un par de minutos antes de trasladarlos a una rejilla para que se enfríen completamente.

Almendrados. Pasos

Con qué acompañar los almendrados

Mistela, licor dulce, café, té, chocolate a la taza, un vaso de leche… las opciones de maridaje con los almendrados son libres, aunque realmente no hace falta acompañarlos con nada más. A mí me gusta tomarlos con mandarinas, me trasladan automáticamente a las tardes navideñas en la huerta de mi familia materna, con la lumbre encendida después de dar un buen paseo.